Crónica viernes 26 de junio

Félix Rubiera 7 - Rubén 6

Equipo Félix Rubiera: Alberto, Pancho, Javi, Félix Carro y Félix Rubiera.
Equipo Rubén: Oscar, Ivan, Josín, Monchu y Rubén.

Partido que a priori parecía un mero trámite para el equipo de Rubén y que en los primero compases del partido lograba un comoda renta de 2 goles, a partir de ahí el equipo de Félix Rubiera reaccionaría teniendo en Javi su mejor exponente en ataque (siempre estaba solo y solo tenía que empujar el balón), tal reacción pondría el marcador en 3-2 a favor del equipo de Félix Rubiera, el partido de aquí al final se resumiría en ventajas de un gol que el equipo de Rubén conseguía igualar. Cuando el partido estaba más equilibrado y faltaban pocos minutos para el final, el jugador Pancho deja su puesto de portero a Javi y lo que parecía la sentencia para el equipo de Félix Rubiera dada las habilidades de Javi como portero, fue todo lo contrario ya que el equipo de Félix Rubiera con una defensa numantina y con una contra letal finalizada por Pancho pondría el marcador en 7-6, aún restaban algunos minutos para que el equipo de Rúbén lograse el empate pero les fue imposible ante la ferrea defensa del eqipo rival.

Muy buena crónica, esto demuestra que la familia unida jamás será vencida, nadie daba un duro por nosotros, además en ningún momento nos gritamos ni nos insultamos entre nosotros, así por ejemplo recuerdo una jugada en la que Félix Carro perdió el balón por intentar regatear de último y mi hermano y yo nos dirigimos a él dándole una palmadita en la espalda y diciéndole que no pasaba nada que un fallo así lo puede tener cualquiera, estamos contigo.
También hubo otras jugadas en las que ni Alberto ni yo nos desmarcamos y Félix Carro que tenía en ese momento el balón nos dijo amablemente y en un tono de cordialidad que si no nos importaba desmarcarnos por él ya que se encontraba un poco tocado, a lo que respondimos que no se preocupase que haríamos con gusto lo que nos estaba pidiendo.
También hubo una cantada de Pancho por intentar parar un balón con el codo en vez de meter la mano, y no hubo ni una mala mirada ni un mal gesto.

Creo que esto puede ser el comienzo de una gran amistad.

Si llegamos a tener al cuarto miembro, Fernando, ganamos por goleada ( de insultos).